


Por Lorenzo Sendra.
Cuando de autos se trata, los modelos más destacados y representativos han sido desde siempre, los convertibles, pues manejar a cielo abierto y con el viento sobre la cara, provoca una sensación de libertad difícil de describir con palabras, y un magnífico ejemplo para destacar estos atributos es el Peugeot 403 Cabriolet, concebido por el creador de verdaderas maravillas sobre ruedas, la casa Pininfarina, a quién se encomendó su diseño, y que colabora con Peugeot desde el año de 1951.
Hace más de 50 años, la serie 403 significó para Peugeot un salto adelante en función de la fiabilidad, solidez, confort y agilidad que ofrecía en comparación con sus predecesores. Las innovaciones tecnológicas que presentaba eran un parabrisas perfilado y una caja de 4 velocidades sincronizadas que digerían con mucha suavidad y rapidez los 58 caballos de potencia que producía su motor de 4 cilindros de 1.6 litros de desplazamiento. La elegante y aerodinámica línea concebida por el ingeniero Dufresne se coronó en ese entonces con este exclusivo Cabriolet, que fue una derivación directa de su hermano el sedán o berlina 403 y que fuera mundialmente inmortalizado en la pantalla por el inspector Columbo, aunque en realidad, fue el mismo actor Peter Falk en persona quien se enamoró de este coche en el estacionamiento de los Estudios Universal.Han pasado más de 50 años y la propuesta de Peugeot resulta nuevamente desafiante, la evolución de la marca del León hasta nuestros días, nos trae un vehículo de presencia agresiva y elegante, el 308 CC, un coupe-cabriolet con un diseño vanguardista que presume el sello de la casa Heuliez en su mecanismo descapotable, derivado del exitoso 206 cc, y con prestaciones dinámicas dignas de un deportivo nato, que resultan de un motor transversal 4 cilindros de 1.6 litros con turbocargador (igual cilindrada que la de su abuelo el 403) pero que asistido por la tecnología del nuevo siglo, y de la mano con BMW en la manufactura de esta linea de motores, arroja la apreciable cifra de 140 caballos de potencia.
Dos autos muy especiales, que comparten el mismo apellido, además de características fisicas que denotan un lazo consanguineo entre sí, 50 años de diferencia , que establecen un lapso notable en desarrollo tecnologico y una tradición innegable de confiabilidad y vanguardia respaldada por la casa Peugeot, estos son los atributos que cada uno de estos ejemplares trae en las venas y los distingue como sus orgullosos representantes, cada uno en su epoca.